sábado, 9 de junio de 2012

jardín

Por aquí estoy, sábado por la mañana. Los niños están en el sofá contiguo comiéndose un sandwich para desayunar desde hace más de 40 minutos. Los sanwidches ya se sabe que son como la pechuga de pollo reseca...son creadores de bolas enormes de boca que precisan un lento masticado y consiguiente engullimiento lento, casi como el de las boas. ¡Ahh! Y beberse un Actimel sabor fresa-plátano de los de las caseimunitas, que claro como tiene tres mil mililitros de fluido, pues a mis hijos les cuesta...pobrecitos.

Y yo, estoy planificando bajar a acabar de cortar el césped del jardín de abajo. Lo cierto es que hace un par de días ya me puse en el tema, pero corté césped y cable de la maquina corta césped, lo que provocó que la máquina dejara de funcionar de manera fulminante. Yo, aterrorizada comprobaba  si seguía viva o era mi espíritu electrocutado quien trataba de hablar con los niños. 

Pero al comentárselo a los ingenieros y electricistas que complementan mi vida me dijeron: " ¿pero que dices? Si cortas un cable con masa y dos fases y el corte se produce en un punto intermedio del termostato y el de un diferencial que se llame Marisol o Mariola (no lo recuerdo)...es imposible electrocutarse, a lo sumo, dejar a medio planeta sin luz", y yo: "Ah, claaaroo". Bueno, no os lo cojais al pie de la letra, tengo una vecina que se llama Marisol, igual se referían a ella y yo no les estaba prestando toda la atención que el tema requería.

En fin, os dejo que las "tijeretas" jardineras, están comenzando a hacer cánticos para que baje a amenizarlas con mi destreza al mando de los cientos de instrumentos jardineros que habitan mi hogar y los gritos de "¿os habéis acabado el sandwich?" . Espero que para entonces no sea ya de noche. Un saludín.