jueves, 22 de noviembre de 2007

¡NICOLETTA NO PARARÁ QUIETA!

Si señores, aquí tienen a Nicoletta y a Nicottopo unos años atrás. La aguantaba Nicottopo como si de una pieza de cristal se tratara y es que Nicoletta ya entonces era dulce y frágil como en la actualidad.

Ojalá pudiera tenerla entre algodones cada día para que nadie ni nada pudiera lastimarla...pero no puede ser....Es más, últimamente ya ni siquiera nos vemos y cuando lo hacemos, ya casi nada es profundo.
Me gustaría volver al tiempo de "jergos de pocas", de los momentos "del Goya me mire", de que entre "Viguri por la ventana" (por cierto que horror) de los viajes de coche a la universidad con el aserejé incluido, y de la necesidad imperiosa de aprenderme los códigos de barras de los pilots para que no te los llevaras y te empaparas manos y brazos de tinta de colores. Bien... cuando quieras vamos y nos compramos unos pilots en Castellón y comemos en el vegetariano...pero todo con una condición... conduces tú!
Mil muaks y enhora buena, princesa mayonesa!!!!

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Hace tiempo que llevo pensando como comenzar el blog, y no encuentro el momento de hacerlo ni las palabras exactas que lo hagan armónico, dulce y melancólico....como el de Nicoletta!!!

No se si comenzar hablando de mi infancia, de los recuerdos que cada día más a menudo se agolpan en mi cabeza, recordándome que ya he dejado el patito hace algunos meses y todavía me veo una niña asustada con otra a su cargo...

También he pensado en comenzar algún que otro día en que el mundo se me ha caido encima y me ha asfixiado hasta el punto de expirar tumbada en al alfombra del despacho, aunque siempre pienso que parecería una mujer desesperada y sola cuando no hay nada más lejos de la realidad, mi vida es aparentemente perfecta!

Y...yo que se! Tenia que empezar y quizá hoy sea un buen día. La niña ha dormido toda la noche, el resfriado me persigue por todas las esquinas haciendome estornudar cada dos por tres aunque todavía no ha decidido aniquilarme, en el rótulo de delante de mi despacho aparecen 16 grados, es justo mediodía y hace un día soleado. Es el día perfecto para empezar a escribir... dejadme pensar, seguro que se me acaba ocurriendo algo interesante!