martes, 11 de junio de 2024

Vuelvo. Sobrecargada de expedientes judiciales, llamadas, mensajes de WhatsApp - por cierto, odio que los clientes se comuniquen por este medio hasta el infinito y más allá pero no tengo lo que tengo que tener para dejar de contestar a uno tras otro- correos electrónicos y una avalancha de papeles que me he jurado cientos de veces ordenar, de repente, entro en el correo basura (hay que joderse) y me encuentro un comentario de Maik que dice: "Ya no escribes... es una verdadera lástima amiga. Te mando un abrazo desde la ultratumba!!" y de repente, se para el tiempo, ya no escucho el ruido. Os prometo que siempre he querido volver, pero supongo que no lo suficiente para parar todo y regresar. Ésto necesitaba.

Y ya os iré contando, pero ahora tengo un espacio de trabajo reprecioso, unos compañeros que valen millones y más clientes de los que jamás pude imaginar. Ya no trato de fingir desmayos cuando el contrario me pilla en "bolas" en el pugilato judicial, se me pasó lo de agredir a los testigos falsos y dejé de interrogar a los contrarios a modo lioso tipo: ¿no es más cierto...?¿No es más cierto...? ¿No es igual de cierto...? entre otras porque al final acababa yo tan liada que era incapaz de memorizar para conclusiones un relato coherente. Sigo aterrorizada por vampiros, zombies, tormentas, arañas y animales picadores en general pero lo llevo con un poco más de dignidad. 

Correo basura dice... deberíamos encontrarle inmediatamente otra nomenclatura, por ejemplo: "ese empujón que necesitabas", lo voy a plantear a outlook. Feliz de regresar. Besis Maik. 

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