miércoles, 8 de septiembre de 2010

septiembre en mi piel

Se van acortando los días, quedaría estupendo poder decir que el sol calienta menos, pero no, por mucho que me empeño en recorrer el avance de temporada otoño invierno, el subconsciente me impide probarme abrigos y jerseis con un tanto por cien de lana, yo lo intento... pero no puedo. Me veo la imagen de abrocharme el abrigo y desfallecer por un ataque de calor, ambulancias y litros de solución salina para salvarme de una fuga de electrólitos..., ya me voy poniendo trascendental, la otra vida, el más allá y volviendo a acá, ¡que horror los dos capítulos últimos de la temporada de Anatomía de Grey!, he tenido que re-verlos para creérmelos y re-llorar de paso, ya puestos... ¿pero qué demonios se habían fumado los guionistas? ¿trataban que nos diera un infarto a todos los seguidores? Lo digo porque por aquí no debe haber 50 cirujanos cardio torácicos en cada hospital...cuidadín con los nuevas temporadas...que Dios sabe cuando llegarán.
Por el momento, he expulsado de mi vida, al menos durante este mes y espero parte del que viene, al pan, al arroz, a la leche, a la pasta, al chocolate, a los snaks chinos, al vino y la cerveza, a los helados, a las tartas de papá, y al vozka caramelo... y lo cierto es que, voy por ahí medio muerta de hambre, ¡malditas dietas! ¿Es que no piensan encontrar nunca la puñetera pastilla que te permita comer lo que se te antoje sin engordar? (Si me siguen leyendo los extraterrestres decirles que... todavía los estoy esperando).
Por otro lado, he agregado a mi vida el nuevo catálogo de Ikea, con el que tengo el comportamiento un tanto obsesivo e incluso me atrevería a decir "digno de estudio psiquiátrico". Lo llevo a todas partes, a la cama, al baño, en la cocina mientras guisoteo y...bajo ningún concepto dejo que se lo lleve nadie, aún con la promesa de devolverlo en plazo máximo de un par de horas, todo sea que me apetezca hojearlo y no esté. Además, pego post it y me hago composiciones varias, y lo peor de todo es que no me hace falta nada de nada y además no voy nunca a la tienda...ese bicho debe llevar algo glutamato monosódico que se esnifa al hojear... He agregado también a mi vida, días de complicidad infinita, noches de trabajo, madrugones, días de colegio, supradines activos y mucho, mucho optimismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Doy fe de lo del optimismo, ¡ya me gustaría escaparme un ratito cada mañana y tomarme un café contigo!

En fin, creo que para finales de Diciembre volveré a recuperar el tiempo libre y posiblemente ya te haya perdonado por no meterme en tu maleta el próximo Jueves...

Por cierto, me uno a todos los que les encanta tu nueva adquisición...¡No te las quites, estas guapísima!

Besitos, tri.